Unha proposta de viaxe de aprendizaxe por Maria Bella
Bienvenidos a Galicia.
Aunque sea de un modo algo generalista, queremos señalar dos de las particularidades que marcan nuestro territorio en relación al resto de la península. Por un lado, Galicia tiene la línea de costa más larga de entre todas las comunidades autónomas y, por otro, cuenta con un altísimo porcentaje (87%) de superficie rural en el que se ubican 32.000 núcleos de población que suponen, en su conjunto, la mitad de todo el país. El mar y la tierra son por tanto protagonistas indiscutibles de este territorio y serán el sostén de nuestro viaje.
Dentro de Galicia nos situaremos durante cuatro días en Costa da Morte, zona más occidental de toda la península Ibérica y de la comunidad autónoma gallega. Si atendemos a la representación gráfica y clásica de la tierra podemos apreciar el calificativo que históricamente se han autoasignado algunas de las comunidades de este pedazo de costa, somos el ombligo del atlántico. Por otro lado, pese a ser “un centro”, el origen del topónimo deriva de la dificultad de la navegabilidad de nuestras aguas y de la predisposición histórica a catástrofes por la orografía marina y las condiciones meteorológicas adversas
Para darle forma a Costa da Morte, tenemos que imaginarnos un brazo de tierra extendido hacia el atlántico con núcleos poblacionales singulares unidos al mar y al monte cuya dedicación durante mucho tiempo ha sido la pesca artesanal, la agricultura extensiva y una ganadería similar. No somos, ni mucho menos, el único territorio gallego en el que ambos medios son los principales con-formadores de vida; las nuestras son historias comunes que se repiten y se reproducen, seguro, en otras partes de Galicia.
En el extremo de la Costa da Morte se encuentra Finisterre, uno de los tres finales del mundo europeos haciendo triada con Las’t End en Inglaterra y Dingle en Irlanda. Frente al finisterrae, hacia el sur, un monte emblemático huella y testigo del paso del tiempo, geológico, histórico, político, cultural y medioambientalmente hablando, el Monte Pindo. Estos son dos de nuestros grandes referentes que con una batida de ojos ejemplifican aquello que ha definido la producción de trabajo y vida de este territorio: casi como un mantra; el mar y el monte.
Desde estos dos elementos tan básicos indagaremos algunas de las transformaciones que más han afectado y continúan afectando la idiosincrasia de la identidad y cultura gallega, como es el caso de su esencia común y vecinal. Veremos cómo las políticas desarrollistas impuestas durante el franquismo en Galicia y la herencia de las mismas han marcado una gran parte de esas transformaciones. Trataremos de entender, sobre todo, la conversión acelerada de los últimos 100 años y de cómo un territorio rural cohesionado se convierte en parque industrial desestructurado. Conoceremos también algunos ejemplos de culturas o patrimonio de resistencia en precario que aún luchan por una supervivencia en común. Nos acercaremos a proyectos e iniciativas que sueñan con una Galicia propia más allá del extractivismo capitalista, global y colonial que impera y que procuran rescatar de las ruinas la memoria de lo que fuimos no hace tanto.
Haremos esto, recorriendo lugares de costa da morte que han sido “afectados” y que nos servirán tanto de testigo material como de escenario desde donde escuchar diversos relatos, voces, e historias enunciadas desde experiencias de vida, tránsitos profesionales, propuestas artísticas, activismos, así como de investigaciones académicas o ficciones.
