El momento de aterrizar en Adolfo Suarez siempre abre un tiempo y un espacio para la incertidumbre. La persona que llega nunca es la misma que regresa. ¿Qué nuevos caminos se abren? ¿Qué otras personas conoceremos?¿Qué nos enseñará el camino? ¿Qué impresiones dejará en cada una de nosotras? ?¿Qué viaje hemos soñado? ¿Qué expectativas traemos? ¿Qué estamos dispuestas a dejar en el camino? ¿Qué nos lleva a él?
Caminar recordando siempre que
«no hay camino, se hace camino al andar»
(Antonio Machado)